1.535°C como mínimo, son los necesarios para fundir el hierro, volviéndose en estado líquido, para poder dar forma a los clavos de fundición Orleans que conforman este magnífico portón de madera de roble. Sus dos hojas y sus dos postigos resaltan su elegante porte señorial, destacan en su relieve los clavos.
Una de sus peculiaridades es la de sustituir las zancas del portón por pletinas de hierro embutidas, sumado a la amplitud de sus dos postigos, permiten el libre acceso de todo tipo de personas y mercancías. Esta modificación se realizó para cumplir con la normativa vigente, ya que se encuentra situado en el Hotel Cigarral de Caravantes de Toledo.
Si el frente de este portón Zarauz es llamativo, la parte trasera no se queda corta. Destacan los dobles jabalcones que resisten el peso, haciendo más rígida su estructura. Todos los herrajes forjados refuerzan las partes donde las presiones de las cargas son más elevadas, como es el caso, de la doble bisagra superior que lucha sin descanso contra la gravedad.