Esta puerta partida consta de un total de 40 espigas, todas acuñadas, atarugadas y encoladas en una prensa hidraulica. La espigas son el alma de la puerta, son las responsables de unir las disferentes piezas a través de salientes que se efectúan en el extremo de una pieza para que pueda ser ajustado en el extremo de otra.
Puerta partida con acabado rústico y fijo móvil o abatible, hoja partida de 8cm de grosor, con una estructura recia proporcionada por las dobles espigas. Está fabricada con madera de roble tratada para exterior en alistonado continuo, las diferentes seccíones de la madera solo son visibles en el canto de la puerta.